Bélgica lo dio vuelta en 10 minutos y derrotó a Argelia en el inicio del Grupo H del Mundial
Bélgica, un seleccionado plagado de jóvenes estrellas, revirtió hoy el marcador y venció a Argelia por 2 a 1, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, en el debut de ambos en el Grupo H del Mundial de fútbol de Brasil 2014.
Sofiane Feghouli, de penal, a los 24 minutos del primer tiempo, puso en ventaja al conjunto que dirige el bosnio Vahid Halilhodzic; mientras que Marouane Fellaini y Dries Mertens, a los 25 y 35 del segundo, respectivamente, dieron vuelta el marcador para el equipo de Marc Wilmots.
Bélgica,
que se plantó con un 4-1-4-1, tomó la iniciativa desde el inicio, tuvo
la tenencia de la pelota, la manejó con prolijidad a través de Axel
Witsel, pero careció de creatividad y lució falto de fútbol en los metros finales.
El conjunto que dirige Wilmots, de 45 años, se
repitió en un traslado lento y pases hacia las bandas, un equipo
horizontal, pero no explotó en ataque porque tanto Eden Hazard como
Nacer Chadli, de los clubes Chelsea y Tottenham, ambos de
Ingleterra, respectivamente, se desentendieron del juego. Así Romelu
Lukaku, su goleador temible, no contó con chances de gol.
Entonces
el equipo pasó de ser paciente a predecible e inexpresivo y casi no
tuvo situaciones de gol, a excepción de dos remates de larga distancia
de Witsel -su mejor jugador y por el que Zenit San Petersburgo, de
Rusia, pagó cuarenta millones de euros en 2012- a los 20 y 34 minutos.
México complicó a Brasil y ambos son líderes del Grupo A
El equipo de Scolari salió a jugar con una modificación con respecto del equipo que debutó en la Copa. Ingresó Ramires, un volante con recorrido y sacrificio, por Hulk, atacante en el juego inicial. Buscó equilibrio y estabilidad en una formación que sufrió los contraatques croatas en el estreno.
El once mexicano fue el mismo que superó a Camerún, con un 5-3-2 dinámico y vertical que tiene a Giovanni Dos Santos y a Oribe Peralta como jugadores más ofensivos y creativos. Arrancó bien agrupado en los primeros minutos y detuvo bien el avance de Brasil, el dueño de la pelota.
El capitán Rafa Márquez se colocaba como líbero bien marcado cuando el equipo defendía y tomaba posición como volante central cuando los aztecas tenían la posesión. Fue un comodín dentro del equipo de Miguel Herrera, porque aportaba tanto en defensa como en ataque.
Rusia y Corea del Sur empataron en el cierre de la primera fecha
En el Arena Pantanal de Cuiabá, Mato Grosso, Rusia y Corea del Sur cerraron la primera fecha de la Copa del Mundo. Con la experiencia de Fabio Capello, en el banco de suplentes, los europeos intentaron comenzar su incursión en el Grupo H del mismo modo que lo hizo Bélgica, que en primer turno superó a Argelia.
Fiel a su estilo, el entrenador italiano decidió conformar un equipo mezquino, más preocupado por defender el invicto de Igor Akinfeev, que por proponer un juego ofensivo. Sin embargo, la debilidad del conjunto asiático le permitía ciertas libertades.
Mientras el cronómetro de Néstor Pitana continuaba
a su ritmo, los protagonistas mantenían una actitud expectante. Con
mucho temor, los rivales se analizaban mutuamente sin generar
agresiones. La paciencia reinaba en los 22 jugadores, que basaban sus intervenciones en el toque corto y la previsibilidad.
La pelota parada parecía ser el único argumento para llegar a las áreas, y el potente disparo de Sergei Ignashevich fue la primera acción de riesgo en media hora de partido. La buena respuesta de Sung-Ryong Jung evitó la conquista. En cambio, Ja-Cheol Koo
probó con un remate desde afuera del área, que se desvió en un
adversario. Por centímetros los "Tigres de Oriente" no rompieron la
monotonía del espectáculo.
En el complemento hubo un cambio de mentalidad en Rusia. Un intento de Viktor Faizulin, desactivado por el arquero coreano y un cabezazo de Vasiliy Berezutski,
que terminó en el lateral de la red, brindaron esperanzas de
entretenimiento. De todos modos, el marcador se mantenía intacto. Las
réplicas de Kook-Young Han y Sung-Yong Ki confirmaron la hipótesis.
Además, las dudas que mostró Akinfeev en los tiros ejecutados por Young-Gwon Kim amenazaban con una posible conquista asiática. Por lo tanto, cuando el reloj del misionero marcaba los 23 minutos, Keun-Ho Lee efectivizó la amenaza que brindaba el guardameta ruso. El reemplazante de Chu-Young Park probó de larga distancia y la vulnerable reacción del hombre del CSKA de Moscú generó el primer festejo de la noche.
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