Yo tengo un sueño, si desde pequeño crecí en esta ciudad, donde vi como un pueblo pequeño podría darle la tranquilidad y la buena crianza a los que como yo, nos criamos en La Romana, y en los años 80 podíamos recorrer sus calles y andar por sus aceras sin ningún temor.
Hoy en mis habituales, caminatas sabatinas me encuentro con una ciudad sumida en la desidia, ignominia, abandono, pero sobre todo sin las ganas de cambiar eso que vi.
Debemos procurar, pensar hacia dónde vamos como ciudad, hacia donde vamos como pueblo, hacia donde vamos como ciudadano.
Es un compromiso de todos, velar por tener una ciudad más amigable, accesible, limpia y que sea capaz de enamorar una vez más a cada Romanense.
Pero más allá de enamorarse debemos apostar a que sea saludable, poder caminarla y vivirla a Plenitud.
En nuestras manos está lograrlo, es un compromiso de la gente de buena voluntad y que siente pasión por lo que sentimos y amamos La Romana.
”I have a Dream”
William Gardon
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