22.2.23

¿Para qué sirven los cepillos de las escaleras mecánicas? Y no es para limpiar los zapatos

 


Nos rodean tantos inventos y la mayoría no sabemos realmente cómo funcionan o por qué son como son. ¿Para qué sirven los cepillos de las escaleras mecánicas?


Las escaleras mecánicas son un invento muy antiguo, que viene de finales del siglo XIX. En 1897, en Nueva York, Jesse Reno patentó las primeras escaleras mecánicas. Pero no fue hasta más adelante que Charles Seeberger, junto con Otis Elevator Company, desarrolló la escalera mecánica moderna.


 

Las escaleras mecánicas son muy útiles, mueven a mucha gente a la vez y, si se estropean, se pueden usar como escaleras convencionales. Además, las escaleras mecánicas están en todas partes: en las salidas del metro, en los aeropuertos, en los centros comerciales, en los supermercados, etc. Son, junto con las rampas mecánicas y las plataformas móviles, un buen medio de desplazamiento, muy resistentes y funcionales.

Si nos fijamos bien, podemos ver que tanto las escaleras mecánicas como las rampas mecánicas tienen algo en común: los cepillos de los laterales. No nos podemos resistir a tocarlos con la punta del pie y notar el roce. Muchas personas piensan que así limpian sus zapatos, pero estos cepillos no se concibieron para limpiar calzado precisamente.


No sirven para limpiarse los zapatos

Realmente, la existencia de los cepillos laterales de las escaleras mecánicas es una cuestión de seguridad. Cada lado de los peldaños y el extremo por donde salimos de las escaleras son los lugares que más posibilidades tienen de que un cordón, una mochila, una bolsa, una prenda o una correa se enganche. Entonces, los cepillos sirven para que este tipo de objetos no se enganchen y ocurra un accidente.

Los cepillos de las escaleras mecánicas son necesarios para evitar accidentes fatales

 

Las cerdas de los cepillos son muy duras y están fijas, provocando mucha fricción si algo se acerca peligrosamente al extremo. De esta manera, si notamos el roce de los cepillos, quitaremos el objeto al instante. Aunque haya muchas personas que acerquen los pies a propósito para “limpiarse los zapatos”.


 

Además, estos cepillos impiden que caigan pequeños objetos, papeles y pelusas a la maquinaria que hace funcionar las escaleras, evitando así accidentes mayores. Por ejemplo, antes de que existiesen los cepillos laterales, en 1987, se coló una cerilla mal apagada en la maquinaria de una escalera mecánica en la estación King Cross de Londres, lo que provocó un incendio, 31 fallecidos y 100 heridos. A partir de ahora, seguro que miras con otros ojos esos cepillos de las escaleras.


EL CONFIDENCIAL

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