En las últimas horas la sociedad dominicana ha visto cómo las pasiones se han desbordado llevando a dos figuras del ambiente político electoral a deponer posiciones que pudieron implicar un sometimiento legal o una crisis política de grandes repercusiones.
El primero en recular fue el delegado político del sector de Leonel Fernández ante la Junta Central Electoral, Rubén Maldonado. El diputado se disparó el martes 8 de octubre con la acusación de que Jochi Gómez Canaán estaba detrás del supuesto fraude que denuncia el expresidente y precandidato Leonel Fernández.
Maldonado acusó a Gómez de estar detrás de la adulteración “de la voluntad popular” con un posible hackeo. Sin embargo, la noche del martes el abogado Carlos Balcácer pidió una rectificación “de las declaraciones desafortunadas propias de un desbocado”.
La retractación no tardó en llegar. La mañana de este miércoles: “Estamos investigando pero hasta el momento no hay ninguna prueba contra el joven Jochi Gómez, pero de que hubo fraude a través del hackeo, lo hubo. Nosotros recibimos informes de personas que aseguran que ese jóven participó en el fraude y por eso dimos la información”, dijo Maldonado.
La otra gran retractación fue la breve “renuncia irrevocable” del miembro titular de la Junta Central Electoral, Roberto Saladín.
Saladín dio una breve y contundente declaración: “A partir de este momento nueve de octubre presento renuncia irrevocable como miembro del pleno de la Junta Central Electoral. Punto”, dijo el miembro titular.
Casi una hora después el mismo hombre se vio obligado a retirar la renuncia y pidió perdón a los medios de comunicación y a sus compañeros del órgano electoral.
“Permaneceré en mi posición” dijo Saladín de forma sosegada y sin esclarecer las causas de su decisión original.
DIARIO LIBRE
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