3.2.19

(Articulo de Opinión) ¿POR QUÉ CALLAN “LOS HÉROES” FUERA DE CAMPAÑA? Por Roberto Jimenez



Aunque tal parece describirse el contenido de este artículo en el título, quisiera abonar que posiblemente cuando se introduzca en la lectura y asimilación del contexto, encuentre vertientes que se ajusten a su criterio, o tal vez, como es normal, disienta de ellas. No obstante, quisiera que meditemos sobre el mismo.
Antes de contextualizar quisiera permitirme iniciar describiendo brevemente la palabra “Héroes”, pero en el sentido que procuro retratar a través de mis letras. Naturalmente, sin desvirtuar la descripción semántica de la misma.
La palabra “Héroe” proviene del griego antiguo “Heros”, que eran personajes mitológicos que trascendían por sus hechos. Según destacan algunos escritos, en la antigüedad no necesariamente se le daba la misma connotación que se le da ahora a un héroe, ya que, en aquella época, estos no necesariamente exhibían una conducta correcta; más bien, solían ser salvajes; de aspectos temerarios y sobre todo eran oportunistas; ya que aprovechaban los puntos débiles del contrario para someterlos, obligándolos a darle todo a la corona que ellos representaban.

En la época actual, la descripción de un héroe esta revestida de un comportamiento ejemplar: noble. Es aquel que está pendiente al grito de auxilio. Que no es indiferente a las necesidades de quienes le rodean. Que no aprovecha su fortaleza para atropellar, vilipendiar, descalificar o vulnerabilizar al otro para tragárselo, sino que se solidariza con su entorno, pero arropado con un manto de humildad, respeto y compromiso social. ¡Capaz de dar todo a cambio de nada!
Vista las dos acepciones que describen a un “Héroe”, aterrizaré entonces en el tema que me motiva a escribir este ¡TECLEANDO!, que es la interrogante ¿Por qué callan los “héroes” fuera de la campaña?, obviamente me refiero a campaña política.
Esta vez quiero circunscribirme al aspecto municipal, ya que suele ser más espectacular, y hasta risible, la forma en que algunos aspirantes a posiciones electivas, dentro de los ayuntamientos, desarrollan su campaña política.

Es típico ver, para los tiempos electorales, una cantidad importante de ciudadanos y ciudadanas salir del anonimato para presentarse ante el electorado municipal con propuestas de solución a los problemas que afectan a la comunidad.
También, es normal ver a personas que, aunque no radican en el país, se interesan por formar parte del “perfomance político”, ajustado a ese “vitilleo” de ver su cara impresa en un afiche y su “modelaje audiovisual”, con eslogan que le otorgan rango de superhéroes.
Por ejemplo:
“Llegó el más capaz”
“Aportaré mi experiencia internacional”
“Basta ya del atraso, llegué yo”
“Yo soy el hijo del pueblo”
Entre otros tantos eslóganes que les hacen ver que es el héroe salvador de la comunidad. Algunos llegan hasta el colmo de mostrarse hasta como un enviado divino; vaya usted a saber.
Pero si así actúan los que vienen del exterior, los que viven aquí suelen ser a veces hasta más bárbaros; porque aun ocupando la posición a la que aspiran ser reelectos, tienen el tupé de autodenominarse como los héroes salvadores de una situación que ellos mismos han creado por su ineptitud o por su complicidad.
De ellos, de esos “héroes”, los vemos salir a promover sus candidaturas con eslogan que les describen como si no fueran parte del desorden que ellos mismos denuncian en sus discursos. Son tan deshonestos que hasta asumen poses de víctimas ante hechos perniciosos en detrimento de la ciudad; que los vinculan, en ocasiones, hasta como promotores y defensores de los actuantes de dichas acciones que afectan al pueblo.
Por ejemplo, vemos y de seguro veremos, tal vez no con las mismas letras, pero sí con el mismo sentido, eslóganes como estos que a continuación les comparto:

“Porque este pueblo no se merece lo que le esta pasando, vuelve “Fulano”.
“Para que salgamos del desastre en que estamos, se queda “Zutano”.
“Para seguir promoviendo la rescisión de ese contrato abusivo, vota por mí”
“Por honesto y capaz vota por “Mengano”
“Pongo mi experiencia como regidor, vota por mí para una mejor ciudad”
Como podemos ver, en cada uno de esos eslóganes se expresa la desfachatez y “el tigueraje”, de quien, o se lucró directamente, o se hizo cómplice por el silencio de los acontecimientos que se denuncian en cada eslogan. Pero eso no se queda ahí, porque algunos de ellos hasta culpan a sus compañeros funcionarios de los males que se produjeron durante su gestión, con tal de preservar su rostro de héroe; no obstante el haberse lucrado vulgarmente (de forma notoria) de esos males.

Lo preocupante de todo esto es que, si bien es cierto de que resulta risible ver el afán de presentarse como héroes, tanto a los que vienen, así como a los que viven aquí y que ocupan actualmente la posición a las que pretenden reelegirse, no es menos cierto de que hay una comunidad que tal parece esta ciega, porque aceptan como si fuesen expresiones solemnes y veraz las palabras de ellos. Pero peor aún, vemos a nuevos aspirantes procurar aliarse a ellos; destacando, hasta en las redes sociales, el perfil de estos como verdaderos héroes; haciéndose hasta fotos en donde se les ve el rostro de admiración y respeto hacia aquel que no lo merece.
Esto me resulta muy triste, ya que denota que ese joven, que aspira por primera vez, como relevo no persigue realmente cambiar las cosas, tal como dice en su eslogan de CAMBIOS, sino que solo busca lograr el” éxito” económico que ostenta con quien orondamente muestra fotografías; más aún: expresa su apoyo públicamente a esa persona, como que más que ser el responsable del desorden es un héroe. ESO ES PREOCUPANTE, TRISTE Y VERGONZOSO. Porque ese es el paradigma de alguien que por su juventud esta comprometido a cambiar esa manera tan asqueante de ejercer la política.
Por eso, después de estar un tiempito observando “los vaivenes” de la política, he llegado a la triste conclusión, de que los héroes que necesitamos los ciudadanos no se encuentran en épocas normales. Que para encontrarlos. Que para hablar con ellos. Que para escuchar propuestas de soluciones a los problemas que nos aquejan, tenemos que esperar estos tiempos, en donde se inician las campañas políticas, en donde LOS “HÉROES” NO CALLAN.
De no aprovecharlos ahora, una vez pasen las elecciones, no cuenten con ellos; ni con los que ganaron, ni mucho menos con los que perdieron, porque estos últimos, como desquite con los que no lo apoyaron, apuestan más a que “nos lleve quien nos trajo”, que a que se resuelvan los problemas. Al contrario, apuestan a que estén ahí dichos problemas para cuando vuelva la campaña hacerla nueva vez de héroes. ¡Que barbaridad!
¡Hasta la próxima!
Por: Roberto Jiménez


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