Las cerca de 40.000 mujeres consagradas de la Iglesia en el mundo viven en una tradición de silencio y oración con siglos de historia, pero la Santa Sede teme que las nuevas tecnologías y el crecimiento de las redes sociales en los últimos años puedan suponer un obstáculo para que esto siga siendo así.
Por eso, el papa Francisco acaba de publicar un documento llamando a la mesura por parte de las monjas respecto al uso de las nuevas "formas de comunicación social, en la gran variedad que se nos presentan actualmente".
Unas normas que, según el diario británico The Tablet, hacen referencia directa a Facebook, Twitter y otras redes sociales.
"Sobriedad y criterio"
El escrito, titulado Cor Orans, fue publicado este martes 15 de mayo y explica cómo debe ser la vida en los monasterios a lo largo de cuatro capítulos -autonomía, federación, separación del mundo y formación- actualizando las normas emitidas en 2016.
En el tercer capítulo, señala que "estos medios se deben usar con sobriedad y criterio, no solo respecto a los contenidos, sino también a la cantidad de informaciones y al tipo de comunicación".
"No deben ser ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni deben ser nocivos para su vocación o convertirse en obstáculo para su vida enteramente dedicada a la contemplación".
Sin embargo, el texto también concede que estas formas de comunicación sean usadas "con prudencia" y para "uso común", por razones de "información, de formación o de trabajo", y de manera que no interrumpan el silencio del monasterio.
"Las monjas procuran tener la debida información sobre la Iglesia y el mundo, no con multitud de noticias, sino sabiendo escoger las que son esenciales a la luz de Dios", se lee en el documento.
El caso de "la Manada"
Estas nuevas normas son emitidas poco después de que las Carmelitas Descalzas de Hondarribia, una orden en Guipúzcoa, en el norte de España, protagonizaran una polémica protesta en Facebook por el caso de "la Manada", cinco jóvenes acusados de violar en grupo a una chica de 18 años y que fueron condenados a 9 años de prisión por abuso sexual (y no por violación).
En redes sociales, se hizo viral la expresión "yo sí te creo, hermana" en alusión a la víctima.
En un post de Facebook, Patricia, una de las monjas, defendió a la víctima señalando la libertad de las mujeres de hacer lo que deseen "sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello".
"Nosotras vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad.
"Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchos. Y porque es una opción LIBRE, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance (este es uno) el derecho de todas las mujeres a hacer LIBREMENTE lo contrario".
El Vaticano no hace alusión a este episodio en sus nuevas directrices para las monjas de clausura, pero señala que su texto "tiene por objeto la salvaguardia del recogimiento y del silencio", el cual puede "vaciarse" a causa de "ruidos, noticias y palabras".
La "influencia" de la vida digital
Esta no es la primera vez que la Iglesia Católica emite juicios sobre el uso de las redes sociales por parte de las monjas.
La constitución original sobre la vida monástica femenina, Sponsa Christi Ecclesia, fue publicada en 1950 por el Papa Pío XII, pero el papa Francisco amplió el documento en 2016 para advertir contra la "influencia decisiva" de la cultura digital sobre la sociedad.
El pontífice urgió a las monjas a no permitir que los medios digitales "se convirtieran en ocasiones para perder el tiempo".
Sin embargo, la propia Iglesia católica usa los nuevos medios digitales.
El Vaticano, de hecho, es un tuitero prolífico.
Tiene cerca de 15.000 mensajes publicados en su cuenta de noticias y ha publicado más de 1.500 veces a través de la página oficial del Papa en inglés.
También tiene una fuerte presencia en Facebook, Instagram, YouTube yGoogle+.
BBC