30.1.18

Lo que siempre has querido saber sobre una persona asexual



"La incredulidad es una reacción muy común".
María tiene 28 años y, como entre el uno y el tres por ciento de la población según el doctor Tony Bogaert, no siente atracción sexual. No es una frígida ni una infeliz; no tiene un trauma ni "le hace falta tener relaciones" o conocer a la persona de su vida, comentarios a los que tiene que enfrentarse con más frecuencia de la que le gustaría. María es asexual.
En la adolescencia empezó a notar que algo era distinto en ella, que cuando sus amigas hablaban de lo bueno que estaba algún tipo, ella ni siquiera sabía quién era, y se planteó entonces su homosexualidad. Cuando se dio cuenta de que tampoco le gustaban las mujeres pensó que quizá la solución era transicionar de género, porque tampoco se había sentido nunca demasiado cómoda con el papel que la sociedad le había otorgado como mujer.
Hasta que una noche, volviendo de fiesta a los 24 años, buscó en Google "unas palabras que no recuerdo" pero que encajaban con la manera en que se había sentido siempre. Y dio con AVENes (Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad), y con otras personas que, como ella, experimentan una baja o nula atracción sexual.
Entendió que lo que le ocurría no era una opción, no era algo que pudiera elegir, que tampoco estaba enferma y que había más personas como ella. Desde entonces, lucha junto a sus compañeros de ACEs (Asexual Community España) para que ninguna persona más tenga que recurrir a Google en busca de respuestas ni escuchar que "lo que le pasa es que necesita tener relaciones".
VICE: Hola, María. ¿Qué significa ser asexual?
María: Ser asexual significa no sentir atracción sexual, o sentirla de baja intensidad o con poca frecuencia. Nosotros siempre decimos que hay distintos tipos de atracción: la atracción romántica, la atracción estética, la atracción platónica y la atracción sexual, que se da cuando el cuerpo tiene ciertas reacciones respecto a alguien que interpretamos como sexuales, como impulsos de acostarnos con ese alguien. Lo único que tenemos en común todos los asexuales es que no sentimos esto último, o lo sentimos con muy poca incidencia.
Después hay muchas diferencias entre nosotros: hay quien es asexual pero siente atracción romántica y hay personas arrománticas. Hay gente asexual que siente atracción estética y otra que no, personas asexuales homosexuales y transexuales… Dentro de la asexualidad se dan intersecciones entre otras sexualidades, pero lo que todos tenemos en común es que no cumplimos las expectativas sociales en cuanto a atracción sexual se refiere. Se supone que hay ciertas situaciones en las que "hay que sentirla", y nosotros o bien no la sentimos, o la sentimos con muy baja intensidad o no con la frecuencia esperada.
Aunque los asexuales no sientan deseo sexual o no lo sientan con la frecuencia o intensidad normativa, ¿tienen sexo?
Hay que distinguir dos cosas: atracción sexual y comportamiento sexual. La atracción es el impulso que tú sientes, el que te genera una persona o una situación, que en nuestro caso es muy bajo o nulo. El comportamiento es lo que decides hacer con esa —en nuestro caso baja— atracción. Nuestro cuerpo responde a los estímulos: nos excitamos, podemos llegar al orgasmo, lubricamos… así que hay personas que sí, que son asexuales y deciden tener relaciones sexuales, o bien porque disfrutan viendo disfrutar a su pareja, o bien porque aunque no sienten deseo saben que la van a pasar bien.
También hay asexuales que han estado manteniendo relaciones durante años porque no se reconocían como tales, porque la presión social o la situación los ha conducido a hacerlo. A la asociación llega gente casada, con hijos y que nunca ha podido realmente disfrutar de sus relaciones porque nunca ha podido hablar con su pareja y explicarle cómo es; su asexualidad ha estado invisibilizada y esa persona "cumpliendo" con su pareja durante toda la vida.
Entonces, ser asexual no implica no tener pareja o no desear tenerla. ¿Hay parejas entre asexuales y alosexuales (personas no asexuales)?
Claro. Hay personas asexuales —y también personas alosexuales— arrománticas, como yo, que no desean ni necesitan tener pareja, y hay otras que no lo son. De hecho hay mucha necesidad del colectivo asexual de estar en pareja, porque el ideal romántico también nos lo han metido en la cabeza a nosotros.
Efectivamente, hay parejas en las que un miembro es asexual y el otro no, y hay mil estrategias, mil formas de llevarlo. Hay quien abre la relación porque la persona asexual decide no tener relaciones, hay quien tiene relaciones a pesar de ser asexual como decía antes…. Lo importante es el consenso y la comunicación, que tiene que darse en todas las parejas pero en las que hay un miembro asexual, si cabe, más aún.
¿Los asexuales se masturban?
Hay quien sí y hay quien no, como sucede entre las personas que no son asexuales. Hay gente que no siente atracción pero sí que tiene libido, así que se masturba. Hablamos de orientación sexual, y la asexualidad es una de ellas, porque estamos hablando de la orientación de la atracción humana, y los asexuales no la tenemos dirigida a nadie. Pero la libido existe, es independiente de eso. Hay compañeros de la asociación que me cuentan que cuando están de exámenes se masturban porque los relaja, o chicas que lo hacen cuando van a tener la regla porque dicen que les ayuda a no tener dolores menstruales.
¿Ven porno?
Claro. Mucha gente asexual consume pornografía y tiene fantasías, y hay distintas ideas sobre ello. Lo erótico es algo cultural, algo que a nosotros también nos han inculcado. No es lo mismo, pero yo veo una película y, aunque en mi vida personal no relacione para nada sexo con amor, si hay dos personajes que se quieren estoy deseando que se acuesten. Hasta yo me pregunto por qué, pero me ocurre. He vivido situaciones en las que una película o la pornografía me ha excitado pero, cuando esas situaciones se dan en mi vida, nunca me llevan al sexo. No son mis códigos.
Supongo que mujeres y hombres sufren estigmas distintos relacionados con la asexualidad.
Sí. Al final las opresiones son muy binarias, aunque somos un colectivo con mucha presencia no binaria. Es la opresión de la opresión. Los hombres asexuales se ven más forzados a cargar con los estigmas de la masculinidad, con que los acusen de ser poco hombres o que les digan que en realidad son homosexuales pero no quieren admitirlo. A las chicas también nos acusan de frígidas y de amargadas, reforzando ideas tradicionalmente asociadas con lo femenino.
¿Qué te dice la gente cuando le cuentas que eres asexual?
Mucha gente lo compara con el celibato, cuando es casi lo contrario. No tiene nada que ver. Los célibes son personas que sí sienten atracción sexual pero escogen no tener relaciones sexuales, mientras que los asexuales somos personas que, sin atracción sexual o con una atracción sexual mínima, podemos escoger tener relaciones o no.
También es muy normal que infantilicen lo que te ocurre. Que te digan que es una etapa, una cuestión de falta de madurez, que lo que pasa es que "todavía no ha llegado esa persona". Me ha llegado a pasar, incluso, que me digan que lo que en realidad me ocurre es que la gente no quiere tener relaciones conmigo en lugar de a la inversa, obviando que la atracción no la marca el otro sino uno mismo. De hecho, una de las primeras mujeres activistas asexuales de España tuvo que sufrir que le dijeran que no podía ser asexual, que era demasiado guapa. La incredulidad también es una reacción muy común.
¿Notas que te tratan distinto cuando saben cuál es tu orientación sexual?
Hay quien no y es muy gratificante, pero hay quien sí. Puedes quedarte totalmente fuera de las dinámicas de una noche de fiesta por decir que eres asexual, por no ser "una opción" con la que acabar en la cama. También me ha ocurrido que me conviertan en fetiche sexual. Recuerdo una ocasión en la que había quedado con una amiga y con una conocida, la conocida no sabía que yo era asexual. Cuando se enteró, me empezó a hacer preguntas y mientras estaba respondiéndole a una me dijo que le estaban entrando muchas ganas de tener sexo conmigo. Nunca antes había habido tensión sexual ni nada parecido. La gente a veces se toma como un reto hacernos sentir placer y nos fetichiza, y es algo que nos ocurre a los que no sentimos placer nunca, pero con más incidencia a los que sí lo han sentido alguna vez y lo cuentan.
Eres arromántica y asexual, por lo que nunca te relacionas con la intención ni de tener pareja ni de acostarte con nadie. ¿Te has contenido alguna vez de demostrar afecto por no dar lugar a confusiones o eres una persona menos afectiva que el resto?
He pasado por distintas etapas. Desde los 17 años sabía que había dinámicas sexuales en las que no quería entrar aunque desconociera la palabra asexual. Sabía que no quería practicar sexo con nadie, así que me volví una persona muy fría, que no daba besos, que no daba abrazos, que no se relacionaba de forma afectiva porque eso podía dar lugar a malentendidos y los malentendidos son violencias para mí. No demostraba afecto porque sabía que llegaría el momento en el que las personas esperaran algo de mí que no iba a dar y entonces me acusarían de engañarlos, de generar falsas expectativas.
Pero te haces mayor y vas armándote de herramientas. En cuanto le puse nombre, cuando supe que era asexual, empecé a trabajar sobre ello y ahora, cuando me relaciono con un grupo nuevo de personas más profundamente, hablo de mi orientación sexual.
¿Es raro vivir en una sociedad hipersexualizada y no sentir deseo sexual?
He crecido en ella, así que estoy acostumbrada. Cuando miro hacia atrás, veo momentos, sobre todo de cuando no sabía que era asexual, en los que reaccionaba de manera distinta al resto a esos estímulos sexuales que ves por la calle. Recuerdo a mis amigas hablando del anuncio de un tipo en calzoncillos en la calle y ser consciente de que yo no me había fijado, por ejemplo.
También me ocurre un poco con las películas, cuando los personajes tienen relaciones porque sí, cuando hay una escena sexual totalmente fuera del argumento. Me quedo mucho rato pensando en el porqué de ese encuentro. Con algunos anuncios también me pasa, como uno de algún producto de limpieza en el que tenían sexo encima de una vitrocerámica. Me chocan mucho esas cosas.
Publicado originalmente en VICE.com