Mediante estas prácticas, la mayor unidad de Alphabet es capaz de localizar a personas individuales incluso si se desactivan los servicios de localización del teléfono o se deshabilita la conexión celular del mismo. Estos almacenan las direcciones en la memoria del teléfono y las envían a los servidores de Google cuando alguna clase de conectividad se habilita (ya sea Wi-Fi o la red celular).
En declaraciones a Quartz, Google explica lo siguiente:A partir de noviembre, los teléfonos Android dejarán de recoger este tipo de información, según explicó un portavoz de Google a Quartz.
Independientemente del fin con el que se recogieran este tipo de datos, la práctica llevada a cabo por Google podría suponer una violación de la privacidad de sus usuarios. El sistema no advierte en ningún momento sobre esta recolección de datos en segundo plano.
Aunque este tipo de información se transfiere y almacena con un cifrado de alta seguridad, hackers y expertos en ciberseguridad podrían llegar a vulnerar este tipo de protecciones y acceder a los datos de localización de millones de personas. Las implicaciones van, por lo tanto, más allá de la privacidad.
Google y otras grandes empresas tecnológicas están siendo vigiladas por diversos organismos reguladores con el objetivo de proteger la privacidad de los usuarios que trabajan con sus servicios. Algunas de estas empresas aprovechan datos de localización y los intereses de sus usuarios para mostrarles informaciones y publicidad personalizada. Según Google, la información recolectada por este sistema no se emplea, bajo ningún concepto, para la personalización y venta de publicidad.
Actualización 21 de noviembre, 17:05: En un breve comunicado oficial emitido a Hipertextual, Google explica lo siguiente:Según explicó Google, el objetivo inicial era mejorar y hacer más eficiente el sistema de mensajería y notificaciones push del teléfono. No obstante, estos datos de ubicación no llegaron a almacenarse en los servidores de Google y todo envío de esta información se descartó después de cada solicitud.
Google recoge y almacena datos de ubicación de teléfonos Android incluso si el usuario desactiva los sistemas de localización del sistema. La empresa asegura que nunca se ha empleado esta información para la venta de publicidad personalizada.Desde comienzos de 2017, todos los teléfonos Android han estado recogiendo y enviando datos de localización a los servidores de Google. El proceso ocurre incluso si el usuario desactiva los servicios de localización en los ajustes del sistema.
Según una investigación de Quartz, este sistema de recolección de datos hace uso de la triangulación de antenas de telecomunicación para determinar la posición del teléfono. Los satélites GPS, GLONASS y Galileo no intervienen en este caso.
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