El exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, que sustituirá al dimitido Robert Mugabe como presidente provisional de Zimbabue, aseguró ayer a sus seguidores que están “siendo testigos del comienzo de una nueva democracia” en el país.
En su primer discurso tras ser designado presidente provisional por su partido gobernante, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), Mnangagwa agradeció “la disciplina y el pacifismo” demostrado estos días por los ciudadanos, a los que prometió “crecimiento económico, paz y trabajo”.
“Con la cooperación y el apoyo de nuestros amigos en la región, en África y fuera del continente, conseguiremos hacer crecer nuestra economía”, afirmó en referencia al nefasto momento económico que vive el país, que perdió hasta su propia moneda tras la hiperinflación de 2008.
“Me comprometo a serviros”, recalcó Mnangagwa, antes de pedir “a todos los zimbabuenses patrióticos que aúnen esfuerzos y trabajen juntos” en una nueva etapa para el país en la que “nadie será más que nadie”. El veterano político, de 75 años, agradeció también al Ejército “la forma pacífica en la que gestionó el proceso” previo a la caída definitiva de Mugabe y reveló que mantuvo “contacto constante” con los altos mandos de las Fuerzas Armadas.
LISTIN DIARIO