No hay sorpresas. La segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas tiene un claro vencedor. La República En Marcha, el movimiento político encabezado por Emmanuele Macron, ha sido el más votado. Las primeras proyecciones al cierre de los colegios electorales le otorgan entre 395 y 425 escaños. Los Republicanos y sus aliados logran 125 diputados, alzándose como la primera fuerza de la oposición.
En el capítulo de los descalabros, los socialistas, mayoría en la Asamblea durante la pasada legislatura, se quedan con 34 diputados. El secretario general del partido, Jean-Christophe Cambadélis, ha anunciado su dimisión.
El Frente Nacional de Marine Le Pen sumaría apenas ocho escaños, insuficientes para formar grupo parlamentario.
Las primeras proyecciones al cierre de los colegios electorales otorgan a La República en Marcha entre 395 y 425 escaños en la Asamblea Nacional. Macron logra una de las mayorías parlamentarias más amplias en la historia de la V República
Igual que sucedió en la primera vuelta, la victoria de LREM es aplastante, pero viene con matices. Por un lado, Macron logra una de las mayorías parlamentarias más amplias en la historia de la V República. Y eso llegando desde cero con un partido de nueva creación. Por otro lado, la abstención ha vuelto a batir récords. Los sondeos la sitúan en torno al 57%. El dato obliga a rebajar el triunfalismo.
Los resultados, eso sí, confirman la erosión de los partidos tradicionales y la renovación profunda del paisaje político francés.
La Asamblea Nacional se prepara para un recambio generacional para el que hay pocos precedentes en el país vecino. Con la victoria de LREM, se renuevan cerca del 60% de escaños. Desaparecen de escena nombres veteranos acostumbrados a los entresijos de la política parlamentaria. En su lugar aparece una nueva generación de diputados, más jóvenes y también más inexpertos.
Habrá menos políticos profesionales, más gente de la sociedad civil, más personas del mundo empresarial y más mujeres. Con ellos, Macron, el "presidente jupiterino", pondrá en marcha sus reformas.
Ya puede empezar a gobernar. Veremos lo que da de sí su tercera vía a la francesa.
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