Usar llantas que ya caducaron puede
provocar un accidente pues tienen menos agarre, provocando que el auto
patine o derrape fácilmente y además podrían romperse en cualquier
momento.
De acuerdo con ingenieros en seguridad
del National Transportation Safety Board de Estados Unidos, dependiendo
de cómo se haya mantenido y dónde haya sido usada una llanta puede
empezar a perder su elasticidad después de seis años; la banda de
rodamiento se empieza a separar, romperse o deformarse. Cabe aclarar que
también pasado este tiempo,un neumático que nunca fue usado o está
completamente nuevo puede sufrir el mismo problema. Esto es una amenaza
invisible de la cual debes tener cuidado para prevenir un siniestro.
Tanto los fabricantes automotrices como
de llantas tienen sus propias advertencias sobre la fecha de caducidad
de un neumático. Por ejemplo GM, Ford y Chrysler recomiendan que debes
cambiar de ruedas después de seis años de la fecha de manufactura, entre
tanto marcas como Michelin afirman que corresponde hacerlo cada 10
años.
Si pensáramos en una práctica regular lo recomendable entonces sería cambiar de llantas cada seis años como máximo.
Para conocer la fecha de fabricación de
una llanta debes observar en la cara de la llanta una selección de
cuatro dígitos –que generalmente viene encerrado en una casilla
redondeada-, los dos primeros números se refieren a la semana de
fabricación y los otros al año de fabricación.
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