Representa, quizás, uno de los mayores hallazgos arqueológicos de los últimos tiempos: la Santa María de Cristóbal Colón fue encontrada por un arqueólogo norteamericano en las costas norte de Haití, donde naufragó una Navidad de 1492, hace más de cinco siglos.
"La Santa María es un barco que literalmente cambió el curso de la Historia y
que se encuentra a unos tres metros de profundidad y a tan sólo unas
millas de la costa de Haití. Era una tentación muy suculenta. Yo he
encontrado varios barcos alrededor del mundo y encontrar la nave de
Colón me parecía una gran oportunidad", manifestó Barry Clifford y añadió: "Es un tesoro cultural incalculable".
En una entrevista concedida al diario español El Mundo, Clifford explica
qué fue lo que lo llevó a una de las búsquedas más extraordinarias de
las profundidades marinas. "Llevamos veinte años pensando en este
proyecto. Pero no empezamos a buscar el barco hasta el año 2000.
Entonces inspeccionamos unos 200 kilómetros tomando como referencia el lugar donde los historiadores situaban el Fuerte de Navidad", cuenta este fanático de las aventuras que mantiene un contrato con History Channel de los Estados Unidos para rodar un documental sobre el descubrimiento.
Una
de las claves que llevaron a Clifford a encontrar la carabela fue el
diario que escribió Colón desde el fuerte que construyó en las costas de
Haití. "Escribió en su diario que el barco había encallado junto a un
arrecife a unos siete kilómetros de la costa", apuntó el científico
norteamericano.
"Nosotros eliminamos de
nuestra búsqueda las zonas donde ya habían buscado otros historiadores y
llegamos a la conclusión de que el barco se encontraba en un lugar donde encontramos un montón de piedras que ejercían como lastre y que se ajustaban a la descripción de las que llevaban los barcos españoles del siglo XV", agregó.
La noticia, dada a conocer por el diario londinense The Independent, sacudió al mundo de la ciencia
y la historia. Es que el hallazgo representa uno de los descubrimientos
más resonantes de los últimos 10 años y un tesoro invaluable para los
arqueólogos marinos.
La noche que Clifford se iluminó y un cañón robado
El
talento, la experiencia y los momentos de lucidez suelen jugar en
conjunto cuando uno está abocado a una tarea fuera de serie. Eso fue lo
que ocurrió una noche en la que Clifford descansaba y soñaba en su cama
con el proyecto más ambicioso de su vida.
"Junto a las piedras -que se habían encontrado en otra excursión- había un cañón que
mi equipo confundió con otra herramienta y que nos llevó a abandonar la
búsqueda. Unos años después, empecé a investigar sobre los cañones
españoles de aquella época y una noche me desperté pensando que lo que
habíamos encontrado era una lombarda", reveló el científico.
Y
agregó a la historia: "Así fue como volví a Haití junto al arqueólogo
marino Charles Beeker, que es uno de los mayores expertos en las
primeras expediciones españolas. Él fue quien me dijo: 'Es muy probable que ésta sea la carabela de Colón'".
Finalmente, Clifford describe lo que usaron para poder llegar a la conclusión que estaban frente a la Santa María. Dijo que sus "buceadores han usado magnetómetros, sonares y detectores de metales".
"Mi impresión es que los indicios son suficientes. Esto no era como buscar el Titanic. Buscábamos en un área sin apenas profundidad y del tamaño de apenas un campo de fútbol. No es tan complicado.
Lo que buscábamos era ese montón de piedras de la Península Ibérica que
no pertenecen a ese lugar. Es una huella perfecta y nosotros la hemos
encontrado en el lugar que describe Colón en su diario".
"Por desgracia, al volver a Haití descubrimos que alguien había robado el cañón que fotografiamos hace 11 años. Pero al menos tenemos imagen que prueba que el cañón estaba allí", se lamentó Clifford.







0 comments:
Publicar un comentario