El actor ecuatoriano Roberto Manrique rinde tributo a Mónica Spear en una emotiva carta en la que destaca los rasgos más excepcionales que conoció de la actriz, quien fue asesinada este lunes en su natal Venezuela.
Manrique y la ex Miss Venezuela compartieron crédito en la telenovela Flor salvaje de Telemundo, en el 2011.
Aquí, en exclusiva, la carta escrita por Roberto Manrique en memoria de su amiga:
Para Mónica, en la ilusión de su partida.
Me
siento frente a este teclado con el corazón en la mano y la intención
de compartir algo sobre mi experiencia junto a Mónica (Spear) y lo que
esta noticia de su abrupta y brutal partida me ha dejado. Pienso en ella
y sobresale una palabra: natural.
Cuando
me dijeron que mi flor salvaje sería una ex Miss Venezuela, lo menos que
pensé es que compartiría mis escenas, mi tiempo y mi amistad con una
mujer que se rebeló ante lo plástico, lo postizo y lo efímero.
VIDEOS: Mónica en la pantalla
Ella
no era una reina más, Mónica vivía con total claridad sobre lo que
importa, lo trascendente, entendiendo que la belleza que poseía era una
bendición que no la ataba ni le quitaba el sueño, y eso la hacía mágica.
Magia.
Esa palabra también le pertenece. Mónica daba la sensación de estar
flotando, siempre en su mundo, siempre aquí y lejos, y eso también tenía
su encanto, su intriga y en sus personajes eso era interesantísimo; una
característica personal que se la prestaba a su increíble talento.
Hemos
perdido a un gran ser y a su esposo y ha quedado huérfana Maya, su hija
de cinco años con una herida de bala, un ser chiquitito y hermoso que
he tenido el privilegio de abrazar y de recibir sus abrazos de vuelta
con todas sus fuerzas ¿Cómo entender algo tan traumático como esto?
¿Cómo darle sentido a una pérdida así? Una perdida causada por un
intento de robo y unos disparos sin escrúpulos mientras ellos se cubrían
dentro de su vehículo sin representar ninguna amenaza para nadie.
FOTOS: Recordando a Mónica Spear
No
tengo la respuesta. Pero en esa niña que recuerdo con sus ojos alegres,
veo la esperanza de que esto no sea en vano. Veo en Maya mi deseo de
encontrar la convicción de que algo puede cambiar. Para el hinduismo,
Maya es el velo o la ilusión que cubre la realidad espiritual, es esta
visión nublada de las cosas que no nos permite ver la totalidad detrás
de los sucesos del Universo.
Esta tragedia es una
muestra de la ilusión de tranquilidad que nuestros gobiernos quieren que
creamos, es la punta del iceberg de unas estadísticas tenebrosas sobre
el número de muertos al año en Venezuela y otros países
latinoamericanos. Mónica y Henry son nuestro dolor de hoy, pero si algo
no cambia, mañana sus nombres serán reemplazados por el de otras
víctimas.
Vivimos en la ilusión de que el cambio
que tenemos que hacer está afuera de nosotros, creemos que culpando o
pretendiendo señalar, estamos haciendo algo. El verdadero cambio que
tenemos en las manos y podemos hacer, consiste en sanar nuestros propios
dolores, nuestra propia violencia, nuestros propios miedos. Yo creo que
en la medida en que cada individuo se conecte en total honestidad con
su propia oscuridad y la lleve a la luz, existe la posibilidad de una
nueva humanidad libre de actos como el que hoy nos llena de dolor.
RELACIONADO: La protesta contra la violencia en Venezuela será simultánea al velorio de Mónica Spear
Mónica
y su partida también me hacen pensar en la ilusión del tiempo, en como
damos por asumido que más tarde, mañana o quién sabe cuando, son
momentos para hacer las cosas. No lo son. Sólo contamos con este
instante, sólo existe el presente en nuestra efímera vida, sólo podemos
contar con el ahora para actuar y hacer lo que sea que tengamos
pendiente, para decirnos las cosas relevantes, reconocer nuestros
afectos, hacer lo que amamos, jugar con quienes nos importan o dar ese
paso sencillo pero decidido hacia nuestros sueños.
Maya
representa la esperanza de que esto no sea en vano, la capacidad de la
humanidad de ir por encima de la tragedia y sobrevivir a nuestras
propias heridas, de cambiar el mundo desde el interior de cada ser,
desintegrar la ilusión que nuestros miedos crean y vivir en un mundo más
allá del velo, donde un ambiente de paz sea lo natural.
Para Moni y todos los que la quisimos,
Roberto.
0 comentarios:
Publicar un comentario