El comercio bilateral rondó los USD 200.000 millones en lo que va de 2024, lo que representa un incremento del 2,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior
La relación entre Rusia y China en materia de cooperación industrial y militar se ha consolidado desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, con un marcado aumento en el comercio de bienes sensibles para la industria de Defensa, según un informe del think tank Atlantic Council. Aunque ambas naciones aún no han formalizado una alianza, el intercambio de tecnologías y componentes estratégicos revela un nivel creciente de colaboración que desafía las sanciones impuestas por Occidente.
De acuerdo con datos oficiales de comercio internacional, el intercambio bilateral de productos entre Rusia y China alcanzó un total de casi 202.000 millones de dólares en lo que va de 2024, lo que representa un incremento del 2,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Una parte significativa de este comercio está compuesta por bienes militarmente sensibles identificados en la Lista Común de Alta Prioridad (CHPL, por sus siglas en inglés), que incluye microchips para sistemas de armas guiadas, rodamientos utilizados en la fabricación de tanques y otros componentes esenciales para la maquinaria militar.
Un cambio importante en las exportaciones chinas a Rusia ha sido el aumento de bienes clasificados en el Nivel 4.A de la CHPL, como equipos para la fabricación y prueba de circuitos electrónicos y módulos. Estas exportaciones, que se incrementaron drásticamente desde junio, son cruciales para la producción de sistemas de guiado de misiles, sistemas de guerra electrónica y comunicaciones.
Según el informe, la correlación entre el aumento de estos envíos y las oleadas de ataques con misiles rusos en Ucrania sugiere que las exportaciones chinas han jugado un papel significativo en la continuidad de las cadenas de suministro militar de Moscú.
Por otro lado, mientras que las exportaciones de bienes de Nivel 1 (los de mayor prioridad para la producción de armas avanzadas) han disminuido ligeramente en 2024 debido a sanciones estadounidenses más estrictas anunciadas en diciembre de 2023, las exportaciones de otros bienes de los niveles 3.A y 3.B han mostrado una recuperación significativa. Esto incluye componentes electrónicos y mecánicos utilizados en sistemas de armas rusos.
Además, el informe destaca el uso de rutas indirectas para evadir sanciones, con países como Bielorrusia y naciones de Asia Central sirviendo como intermediarios. Por ejemplo, las exportaciones chinas de herramientas de control numérico computarizado (CNC, por sus siglas en inglés) hacia estas regiones han aumentado más de un 1.500% desde enero de 2022, proporcionando a Rusia acceso a componentes clave como rodamientos y herramientas esenciales para la producción de vehículos blindados y trenes.
En contraparte, se reporta que China ha recibido tecnologías militares avanzadas de Rusia como parte de este intercambio. Estas incluyen desarrollos sensibles en operaciones submarinas, tecnologías de aviación furtiva y sistemas de defensa antiaérea. Según expertos, este “acuerdo de conveniencia” entre Beijing y Moscú responde a intereses estratégicos mutuos, aunque no completamente alineados, para contrarrestar la influencia de Occidente.
A nivel estratégico, el análisis de Atlantic Council concluye que los lazos entre Rusia y China en la esfera militar-industrial representan una amenaza directa para los intereses de Estados Unidos y sus aliados. Si bien las sanciones internacionales han reducido la participación de otros países en las importaciones rusas, el rol de China como proveedor principal se ha consolidado.Desde el comienzo de la invasión rusa a territorio ucraniano, China ha mantenido una postura ambigua desde la cual ha pedido respeto para “la integridad territorial de todos los países”, incluida Ucrania, y atención para las “legítimas preocupaciones de todos los países”, en referencia a Rusia, con el que ha intensificado sus lazos en los últimos años.
La semana pasada, al margen de un encuentro del G20 en Sudáfrica, EEUU expresó su preocupación por la “sobreproducción” de China y la ayuda de empresas de este país a la industria armamentística de Rusia. La última reunión del grupo de trabajo económico entre Washington y Beijing tuvo lugar poco después de que la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, subrayara la necesidad de comunicación a todos los niveles entre las dos mayores economías del mundo para evitar el deterioro de las relaciones.
La Unión Europea (UE) aprobó el lunes sancionar a más empresas chinas y a responsables norcoreanos por su apoyo a la invasión rusa, en el que es ya el decimoquinto paquete de medidas restrictivas desde que comenzó la guerra en febrero de 2022 y que incluyó nuevas acciones para evitar que Rusia mantenga los medios económicos para alimentar su maquinaria de guerra y no eluda las sanciones ya impuestas.
(Con información de AFP y EFE)
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