Aunque las ranas y
los sapos parecen similares, lo cierto es que son muy diferentes. De hecho,
presentan numerosas diferencias físicas
como el color de la piel o la forma del cuerpo. También tienen un
comportamiento distinto, pues las ranas deben estar siempre cerca del agua,
mientras que los sapos pueden encontrarse un poco más lejos. Otra curiosidad es
que las ranas suelen saltar más alto que los sapos. Si prestas un poco de atención,
seguro que podrás distinguir fácilmente un sapo de una rana.
Examina su cuerpo
Podrás
notar la diferencia entre una rana y un sapo por la longitud de sus
extremidades. Por eso, si puedes acercarte lo suficiente, échales un vistazo a
sus extremidades traseras. Las aletas traseras de las ranas son muy
largas, ya que saltan con más
frecuencia que los sapos. Asimismo, las extremidades traseras de un sapo son más
pequeñas, ya que los sapos tienden a arrastrarse.
Por
otro lado, las ranas tienen las
patas palmeadas (es decir, adaptas al agua para
poder sumergirse y nadar) mientras que las patas de un sapo no presentan
almohadillas. Otra manera de distinguirlos es por la forma de su cuerpo, ya que
los sapos son pequeños y rechonchos mientras que las ranas son más grandes y
delgadas.
Igualmente,
deberás observar el color. Las ranas presentan un color más
claro que los sapos, pues los sapos tienen una piel más
verdosa. Además, los sapos presentan distintas tonalidades que abarcan
desde el verde oscuro hasta el verde oliva.
Ten en cuenta el lugar
Las
ranas necesitan estar cerca del agua para sobrevivir, mientras que los sapos pueden pasar mucho tiempo fuera del agua. Por este
motivo, si se encuentra cerca del agua probablemente será una rana. En cambio,
si está lejos del agua posiblemente se trata de un sapo, ya que las ranas no
suelen alejarse del agua.
Pixabay.
Observa cómo salta
Los
sapos son más propensos a arrastrarse que a saltar. Además, es muy extraño ver a una
rana arrastrándose, por lo que si el animal se arrastra es bastante probable que sea un sapo (aunque
habría que descartar que no se trate de una rana herida).
Asimismo, aunque tanto las ranas como los sapos pueden saltar, las ranas saltan mucho más alto y con más frecuencia. Los sapos, sin embargo, realizan saltos muy pequeños y no tienen la capacidad de saltar muy lejos.
FUENTE:MUYINTERESANTE.ES
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