El mundo de los dispositivos
wearables (aquellas tecnologías que llevamos puestas) es un universo
complejo y a veces muy oscuro. Calculadoras portátiles, sujetadores que detectan el cáncer de mama, pulseras que miden el sueño o dispositivos para “runners” que te indican cuántas calorías consumes en tu "media maratón" diaria.
Pues bien, una empresa británica ha decidido darle una vuelta de tuerca a este mundo portátil y ha creado un condón inteligente para el sexo. ¿A quién no le ha interesado nunca saber cuántas calorías ha quemado en su sesión semanal de sexo? ¿Cuántas

penetraciones? ¿La velocidad de las embestidas? Repetimos. ¿La velocidad de las embestidas?
El i.Con –así se llama el cacharro – promete desvelar todos esos interrogantes. Creado por British Condoms,
este anillo de goma sintética relleno de fibra de carbono a prueba de
agua se coloca en la base del pene y promete medir todo lo medible en el
terreno del placer. Y luego proporcionar unas estadísticas que puedes compartir con tus amigos en Facebook. Maravilloso
Entre las múltiples variables biométricas que mide el aparatito se encuentra
la velocidad máxima y media de penetración, la cantidad de
penetraciones, la duración del acto sexual, las calorías quemadas, la
temperatura media de la piel, la frecuencia de las sesiones sexuales, la
circunferencia del pene (!) y el número de posturas usadas.
Además, según recogen en la página web, el i.Con se puede colocar con o
sin condón, no afecta a la sensación de placer y no presenta molestias
durante el coito.
Una vez
terminada la faena, solo hace falta quitarse el anillo, conectarlo al
móvil y descargar los datos en la app, que prepara las estadísticas para
que lo puedas comentar luego con tus colegas si se tercia.
El condón costará la friolera de 69 euros
y aunque aún no hay fecha de venta, British Condoms permite la
inscripción anticipada que te permitirá “ser uno de los primeros en
tener el i.Con”.
Y también el
primero en tener calculado al milímetro todo lo referente al placer
sexual. Algo que, en teoría, debería ser incontrolable. Hasta ahora.





