RÍO DE JANEIRO-
Falleció este jueves en un accidente aéro el ministro del Tribunal
Supremo (STF) de Brasil, Teori Zavascki, pieza clave en las
investigaciones de corrupción político-empresarial en Brasil, conocidas
como Operación Lava Jato.
El nombre del magistrado está en la
lista de pasajeros de un avión que cayó en Paraty, en Río de Janeiro,
según informó la oficina de prensa del Tribunal Supremo. El cuerpo de
bomberos confirmó la muerte.
“Mi padre estaba en el avión,
estamos esperando un milagro”, declaró aún conmocionado el hijo del
juez, Francisco Prehn Zavascki, cuando aún desconocía que,
efectivamente, había fallecido.
La nave cayó a la altura de
Paraty, una turística localidad del litoral de Rio de Janeiro, a unos
250 kilómetros de la capital del estado, según informó la Marina de
Brasil. Según el cuerpo de bomberos, citado por medios brasileños, tres
personas perecieron en el siniestro.
Relator del caso Petrobras
en el STF, Zavascki, de 68 años, se encontraba en pleno proceso de
homologación de las confesiones de 77 exejecutivos de la constructora
Odebrecht, implicados en el mayor escándalo de corrupción de la historia
de Brasil.
Su decisión sobre las denominadas “delaciones del fin
del mundo”, por su potencial para implicar a políticos y miembros de la
élite empresarial del gigante sudamericano, se debería dar a conocer en
febrero, después del receso judicial.
La enorme mancha del
“Petrolao”, una red de sobornos y desvío de fondos públicos que se
enquistó en la estatal Petrobras en la última década, ha puesto tras las
rejas a prominentes empresarios y no ha dado respiro a la clase
política.
La República Dominicana es uno de los países que firmó
con Brasil un acuerdo de cooperación jurídica internacional en el caso
Lava Jato que incluye las admisiones de ejecutivos de Odebrecht de haber
pagado 92 millones de dólares en sobornos a funcionarios dominicanos
desde 2013 hasta 2016.
Tras más de dos años de investigación, la
operación Lava Jato ha detenido a decenas de personas, en su mayoría
altos ejecutivos de empresas constructoras, así como directivos de
Petrobras, la petrolera estatal eje de la trama, y varios políticos.
En
el transcurso de la operación, se destapó la red de corrupción en
Petrobras que reveló innumerables problemas financieros relacionados con
desvío de fondos, además de provocar un terremoto político, que ha
salpicado a figuras cercanas de los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da
Silva, Dilma Rousseff y Michel Temer.
Sobre el dinero
presuntamente desviado, la Fiscalía calcula que la cantidad total entre
2004 y 2012 asciende a 8.000 millones de dólares, en el mayor escándalo
de corrupción de la democracia brasileña.
Diario Libre