El ‘fofisano’ es un término que se ha puesto de moda en las redes sociales. Describe a un hombre que, aunque hace ejercicio de vez en cuando, no se obsesiona con esculpir sus músculos en el gimnasio. Al contrario, lleva su barriga con orgullo.
Los fofisanos no les huyen a las cervezas y comen hamburguesas, pizzas y parrilladas sin cargo de conciencia. Algunos famosos como Leonardo Di Caprio, Adam Sandler y Bradley Cooper son los nuevos ídolos de esta tendencia. Es la traducción al español del ‘dad-bod’ o cuerpo de papá. Otros términos similares como ‘gordiflaco’ o ‘lorzalamero’ también han tenido un espacio, pequeño, en las redes. Las palabras nacen de una combinación de otras: gordo y flaco, ‘fofo’ y sano, ‘dad’ y ‘body’.
En principio se aplicaba únicamente a los hombres. Entonces aparecieron mujeres indignadas. Aseguraban que esta tendencia dejaba ver nuevamente los privilegios masculinos en la sociedad contemporánea con respecto a la imagen corporal. Así nacieron los términos similares ‘mombod’ y 'fofisanas' para referirse a las mujeres con similares características.
Las ‘gordibuenas’ ya estaban en las redes desde hace tiempo, pero al parecer el fenómeno de los fofisanos ha sido mayor.
En Twitter, la diferencia entre el impacto de fofisano y fofisana es bastante significativa. El término masculino ha tenido un impacto mayor. Lo mismo ocurre con ‘dadbod’ y ‘mombod’ en el inglés. A partir de finales de abril las menciones de estas palabras en Twitter, Facebook e Instagram se volvieron Todo empezó cuando la periodista Maya Singer, de Style.com, anunció que el cuerpo de los hombres en el 2015 sería 'normcore'; es decir, normal, regular, nada fuera de lo común. "Desde un punto de vista puramente estético, ha llegado el momento de la suavidad y la sensualidad, de cuerpos que no parezcan sobretonificados sino vívidos", subrayaba la autora.
Luego, en marzo de este año, la bloguera Mackenzie Pearson le dedicó un post a esta tendencia en el portal The Odyssey. En él dice: “hay algo en el cuerpo de los fofisanos que hace a los chicos verse más humanos, naturales y atractivos”. Y tú, ¿qué prefieres?
El Comercio
