En lugar de ir a prisión, las trabajadoras sexuales detenidas en
las calles de Phoenix, Arizona, son acompañadas a una iglesia donde les dan la
opción de decidir si prefieren ir a la cárcel o seguir un programa de ayuda con
tintes religiosos.
La Policía
de Phoenix recorre las calles de la ciudad en busca de trabajadoras sexuales y
navega por Internet para dar con anuncios de prostitutas. Una
las detienen, los agentes las esposan y las acompañan a las salas de una
iglesia local. Allí, los fiscales y detectives les explican que si lo
desean pueden participar en una terapia especial en lugar de ser encarceladas.
En caso de escoger la opción terapéutica, las mujeres asisten a charlas educativas y se integran en grupos de apoyo. Sin embargo, los críticos del programa aseguran que este no toma en cuenta que algunos trabajadores sexuales no son víctimas, sino adultos que conscientemente escogieron esta forma de ganarse la vida.
Desde que comenzó el proyecto en 2011, han participado en él más de 350 personas, señala el portal Vice.
Los contribuyentes de Arizona pagan la mayor parte del mismo, incluyendo los 3.000 dólares que recibe la iglesia Bethany Bible cuando mensualmente la Policía lleva a cabo operaciones de dos días en busca de prostitutas en la ciudad.
Entre las que critican la medida se encuentra Monica Jones, una estudiante y trabajadora sexual que fue detenida en 2013 y participó en el proyecto.
Según dijo a US Today, durante las charlas le explicaron a ella y a otras mujeres que se empezaba por la prostitución y se acababa con la drogadicción o algo peor. Además, se quejó de las connotaciones religiosas del programa.
En caso de escoger la opción terapéutica, las mujeres asisten a charlas educativas y se integran en grupos de apoyo. Sin embargo, los críticos del programa aseguran que este no toma en cuenta que algunos trabajadores sexuales no son víctimas, sino adultos que conscientemente escogieron esta forma de ganarse la vida.
Desde que comenzó el proyecto en 2011, han participado en él más de 350 personas, señala el portal Vice.
Los contribuyentes de Arizona pagan la mayor parte del mismo, incluyendo los 3.000 dólares que recibe la iglesia Bethany Bible cuando mensualmente la Policía lleva a cabo operaciones de dos días en busca de prostitutas en la ciudad.
Entre las que critican la medida se encuentra Monica Jones, una estudiante y trabajadora sexual que fue detenida en 2013 y participó en el proyecto.
Según dijo a US Today, durante las charlas le explicaron a ella y a otras mujeres que se empezaba por la prostitución y se acababa con la drogadicción o algo peor. Además, se quejó de las connotaciones religiosas del programa.
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