SANTO DOMINGO.
Cuando Domingo Martínez
entendió que no conseguiría el Sueño Americano de un beisbolista en los
Estados Unidos de establecerse en las Grandes Ligas, en 1997 tomó un
vuelo de 13,200 kilómetros hacia el Lejano Oriente, y encontró
estabilidad y dinero en Japón. Desde entonces, más de 40 criollos en
condiciones similares al ex inicialista han emprendido la aventura
nipona.
Cuando la temporada 2014 de la Nippon
Professional Baseball (NPB) comience el 26 del corriente mes, por
segundo año en fila, el número de dominicanos cobrando en yen
establecerá otra marca.
Un total de 12 quisqueyanos figuran en
las nóminas de seis de los 14 equipos que integran el máximo circuito
del Imperio del Sol Naciente, tres más que los que iniciaron la pasada
temporada. Además, tres jugadores figuran en las escuadras de
desarrollo.
A este grupo se suman Yamaico Navarro,
Jairo Asencio, Radhamés Liz y Félix Pie, que ya juegan la pretemporada
en la liga de Corea del Sur. Probado en las ligas invernales, con escasa
perspectivas en el Big Show, que no hayan ganado gran dinero y
dispuestos a aceptar contratos llenos de incentivos por desempeño.
Es el perfil que buscan los cazatalentos
asiáticos que llegan al béisbol caribeño en octubre, y que cada vez más
son mal vistos por ejecutivos y fanáticos, ya que un fichaje para la
tierra de Toyota y Sony representa un abandono antes de que concluya el
torneo doméstico.
Los casos de Yamaico Navarro, Anderson
Hernández y Jairo Asencio con el Licey o el de Mauro Gómez con el
Escogido en el pasado torneo pueden refrescar la memoria a quienes lo
han olvidado.
Rainel Rosario, Leandro Mella, Abner
Abreu y Porfirio López fueron firmados por equipos de las Grandes Ligas
entre los años 2006 y 2008. Ninguno superó la división doble A, y son
desconocidos en la liga dominicana, pero el cuarteto fue reclutado por
equipos japoneses para la próxima estación.
Estos jugadores tienen más vivos los
casos de Tony Blanco, Esteban Germán, Wily Mo Peña y Héctor Luna, que en
el pasado reciente se establecieron en la liga en que Ichiro y Tanaka
se dieron a conocer al mundo, y han visto crecer sus ingresos.
Luna, de 34 años, pasó por 11
organizaciones y estuvo en la agencia libre nueve veces desde que
firmara para el profesionalismo en 1999 con los Indios. Su mayor salario
lo recibió en 2007, US$408,300 con los Azulejos. Antes de la campaña
pasada pactó con Chunichi por US$400 mil, pero gracias a una temporada
de .350 y 51 remolques en 85 juegos consiguió un pacto de US$4 millones
por dos años.
Así, Navarro y Pie prefirieron pájaro
en mano en Corea que 100 volando en la Gran Carpa, que era lo que
representaba la invitación a los campos de entrenamientos fuera de
roster.
En los Dragones de Chunichi el español
será el segundo idioma. Allí estarán Daniel Cabrera, Nelson Payano,
Hernández, Luna y Alexis Gómez. En Yokohama DeNa jugarán Jorge Sosa y
Blanco, en Hanshin Tigers estará Mauro Gómez. Carlos Rosa vestirá la
franela de Chiba Lote Mariners, en Orix Buffaloes estarán Germán y Wily
Mo Peña, mientras que en Hiroshima Toyo Carp jugará Rainel Rosario.
Desde que Julio Linares aterrizó en
suelo japonés y se uniformó con los Taiyo Whales, en 1971, un total de
86 jugadores nacidos en el patio han jugado en la considerada segunda
liga de mayor nivel en el planeta.
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