1.2.17

10 Costumbres que perjudican nuestra salud sin darnos cuenta


COSTUMBRES

No todo lo que nos rodea es tan sencillo como parece. Algunas cosas son nocivas e incluso peligrosas pero no nos damos cuenta.
Para ti una lista de 10 costumbres que poco a poco perjudican nuestra salud. ¡Mantente atento!
1. Sentarte con las piernas cruzadas

Una empresa que producía aditivos alimenticios en 1999 fue la primera en hablar acerca del daño de cruzar las piernas. Incluso lanzaron una campaña publicitaria masiva en Estados Unidos “The Great Cross-Out“ (”El gran cruce"QUE. Muchas investigaciones comprueban que la costumbre de sentrarse con las piernas cruzadas (tanto en una silla como en el piso) provoca presión alta (especialmente en los hipertónicos), várices y nervios dañados.
 2. Alimentar a las aves

Alimentar a las aves es uno de los pasatiempos favoritos de los padres e hijos cuando salen a pasear al parque. Desafortunadamente, no solo es divertido sino también peligroso. La probabilidad de que un pájaro urbano te contagie de algo es mayor al 50%. Las palomas no solo transmiten la psitacosis, sino también la colibacilosis, histoplasmosis, salmonelosis, tuberculosis, listeriosis, tularemia, la enfermedad de Newcastle, toxoplasmosis... ¿Estás seguro de que quieres conocer la lista completa?
 
 3. Ponerte lentes de sol de baja calidad

El deseo de ahorrar en la producción hace que los fabricantes usen plástico barato, el cual no protege los ojos de los rayos ultravioleta: al contrario, con el sol intenso este tipo de plástico puede provocarte quemaduras de retina. Debido a que con los lentes oscuros las pupilas se dilatan, los ojos reciben una doble dosis de ultravioleta, lo cual es aún más nocivo que no ponerse los anteojos del todo. El exceso de los rayos ultravioleta puede provocar cataratas, dañar los ojos e incluso provocar cáncer.
 4. Beber mucha agua
 Sí, has escuchado bien. No siempre beber mucha agua es bueno. Pero beber poca también es malo. Los investigadores insisten en que cada organismo tiene necesidades individuales de agua. Si haces mucho ejercicio o eres muy activo, bebe más; pero si tienes problemas de riñones o enfermedades cardiovasculares, es mejor limitar la cantidad de este líquido. En cualquier caso, el mejor indicador para saber si necesitas más agua o no, es la sed. Si no sientes sed, no te esfuerces bebiendo agua.
 5. Usar calentadores de goma para curarte

Parece que aplicar algo frío o algo caliente en el área que nos duele son nuestras maneras favoritas de aliviar el dolor. Pero existe una serie de enfermedades que categóricamente no se deben curar con calentadores de goma. Está estrictamente prohibido calentar el área adolorida en caso de sangrados, inflamaciones agudas del abdomen (apendicitis, colecistitis, pancreatitis), en las primeras horas y 1-2 días después de un golpe o una lesión; así como también en enfermedades oncológicas.

6. Preparar palomitas en microondas

No se trata del modo de preparación sino de los componentes de las palomitas. El peligro viene de una sustancia química llamada diacetil. Este un aceite sintético y aromatizante a la vez. Al evaporarse, entra a los pulmones y los daña. Puedes reducir el riesgo si dejas que tus palomitas de maíz se enfríen antes de consumirlas.
 
 7. Comer sin dejar el escritorio
 Claro que los lugares de trabajo pueden ser diferentes. Pero muchas veces no solo no están completamente adaptados para la comida sino también acumulan una gran cantidad de bacterias que no favorecen la digestión. Si este argumento se te hace poco convincente, piensa que también el aroma de tu comida puede estorbarles a tus compañeros y que tú mismo dejas tu cerebro sin su descanso bien merecido, tus piernas sin un ejercicio adicional y le impides al estómago que digiera bien la comida, ya que tu cerebro no puede concentrarse plenamente en ese proceso.
 8. Usar calzado abierto en la ciud

Claro que en verano se nos antoja ponernos cosas tan abiertas como sea posible, y el calzado no es la excepción. ¿Cuál es el riesgo que corremos? Con un calzado abierto existe un gran riesgo de cortarse, y cualquier lesión pequeña, ya sea un piquete de insecto o una ampolla por una correa incómoda, en las condiciones urbanas se infecta fácilmente. Y no solo puede afectar las piernas, sino todo el organismo en general.
9. Beber leche descremada
 Parece que es la misma leche pero sin grasa. Pero en realidad, no es así. La leche descremada no puede ser comparada con una leche común en cuestión de propiedades positivas. Junto con la grasa, esta leche pierde vitaminas y obtiene sustancias sintéticas que no son nada saludables. Muchos fabricantes "fortalecen" la leche descremada con leche en polvo que oxida el colesterol de la leche. A pesar de que no se han llevado a cabo investigaciones en humanos, en los animales que consumían colesterol oxidado fueron detectadas placas arteriales que aumentan el riesgo de un paro cardíaco
 
10. No cuidar la postura

La postura correcta se trata de la ubicación simétrica de todos los órganos. Cuida tu espalda: ajusta correctamente la silla de oficina y el ángulo de la inclinación del monitor. Estas son las cosas que debes tomar en cuenta:


  • Los glúteos deben ocupar al menos 2/3 de la silla.



  • Elige el largo de la silla de acuerdo al largo de tu pantorrilla. Su asiento debe ser duro.


  • El respaldo de la silla debe ajustarse al máximo a la curvatura de tu columna vertebral.


  • Siéntate de tal forma que la columna vertebral quede bien pegada al respaldo.

  • Cuida que tus omóplatos estén juntos, que los hombros se ubiquen al mismo nivel y que tu abdomen esté relajado.

  • No cruces las piernas porque esto provocaría problemas de circulación sanguínea en las extremidades inferiores.

  • Realiza los movimientos suavemente para que la columna no se golpee contra el respaldo de la silla.

  • Adopta una posición en la que e