No todo lo que nos rodea es tan sencillo como parece. Algunas cosas son nocivas e incluso peligrosas pero no nos damos cuenta.
Para ti una lista de 10 costumbres que poco a poco perjudican nuestra salud. ¡Mantente atento!
Para ti una lista de 10 costumbres que poco a poco perjudican nuestra salud. ¡Mantente atento!
1. Sentarte con las piernas cruzadas
Una
empresa que producía aditivos alimenticios en 1999 fue la primera en
hablar acerca del daño de cruzar las piernas. Incluso lanzaron una
campaña publicitaria masiva en Estados Unidos “The Great Cross-Out“ (”El
gran cruce".
Muchas investigaciones comprueban que la costumbre de sentrarse con las
piernas cruzadas (tanto en una silla como en el piso) provoca presión
alta (especialmente en los hipertónicos), várices y nervios dañados.
2. Alimentar a las aves
Alimentar
a las aves es uno de los pasatiempos favoritos de los padres e hijos
cuando salen a pasear al parque. Desafortunadamente, no solo es
divertido sino también peligroso. La probabilidad de que un pájaro
urbano te contagie de algo es mayor al 50%. Las palomas no solo
transmiten la psitacosis, sino también la colibacilosis, histoplasmosis,
salmonelosis, tuberculosis, listeriosis, tularemia, la enfermedad de
Newcastle, toxoplasmosis... ¿Estás seguro de que quieres conocer la
lista completa?
3. Ponerte lentes de sol de baja calidad
El
deseo de ahorrar en la producción hace que los fabricantes usen
plástico barato, el cual no protege los ojos de los rayos ultravioleta:
al contrario, con el sol intenso este tipo de plástico puede provocarte
quemaduras de retina. Debido a que con los lentes oscuros las pupilas se
dilatan, los ojos reciben una doble dosis de ultravioleta, lo cual es
aún más nocivo que no ponerse los anteojos del todo. El exceso de los
rayos ultravioleta puede provocar cataratas, dañar los ojos e incluso
provocar cáncer.
4. Beber mucha agua
Sí, has
escuchado bien. No siempre beber mucha agua es bueno. Pero beber poca
también es malo. Los investigadores insisten en que cada organismo tiene
necesidades individuales de agua. Si haces mucho ejercicio o eres muy
activo, bebe más; pero si tienes problemas de riñones o enfermedades
cardiovasculares, es mejor limitar la cantidad de este líquido. En
cualquier caso, el mejor indicador para saber si necesitas más agua o
no, es la sed. Si no sientes sed, no te esfuerces bebiendo agua.
5. Usar calentadores de goma para curarte
Parece
que aplicar algo frío o algo caliente en el área que nos duele son
nuestras maneras favoritas de aliviar el dolor. Pero existe una serie de
enfermedades que categóricamente no se deben curar con calentadores de
goma. Está estrictamente prohibido calentar el área adolorida en caso de
sangrados, inflamaciones agudas del abdomen (apendicitis, colecistitis,
pancreatitis), en las primeras horas y 1-2 días después de un golpe o
una lesión; así como también en enfermedades oncológicas.
6. Preparar palomitas en microondas
No
se trata del modo de preparación sino de los componentes de las
palomitas. El peligro viene de una sustancia química llamada diacetil.
Este un aceite sintético y aromatizante a la vez. Al evaporarse, entra a
los pulmones y los daña. Puedes reducir el riesgo si dejas que tus
palomitas de maíz se enfríen antes de consumirlas.
7. Comer sin dejar el escritorio
Claro que los
lugares de trabajo pueden ser diferentes. Pero muchas veces no solo no
están completamente adaptados para la comida sino también acumulan una
gran cantidad de bacterias que no favorecen la digestión. Si este
argumento se te hace poco convincente, piensa que también el aroma de tu
comida puede estorbarles a tus compañeros y que tú mismo dejas tu
cerebro sin su descanso bien merecido, tus piernas sin un ejercicio
adicional y le impides al estómago que digiera bien la comida, ya que tu
cerebro no puede concentrarse plenamente en ese proceso.
8. Usar calzado abierto en la ciud
Claro
que en verano se nos antoja ponernos cosas tan abiertas como sea
posible, y el calzado no es la excepción. ¿Cuál es el riesgo que
corremos? Con un calzado abierto existe un gran riesgo de cortarse, y
cualquier lesión pequeña, ya sea un piquete de insecto o una ampolla por
una correa incómoda, en las condiciones urbanas se infecta fácilmente. Y
no solo puede afectar las piernas, sino todo el organismo en general.
9. Beber leche descremada
Parece que es la misma leche pero sin grasa. Pero en realidad, no es así. La leche descremada no puede ser comparada con una leche común en cuestión de propiedades positivas. Junto con la grasa, esta leche pierde vitaminas y obtiene sustancias sintéticas que no son nada saludables. Muchos fabricantes "fortalecen" la leche descremada con leche en polvo que oxida el colesterol de la leche.
A pesar de que no se han llevado a cabo investigaciones en humanos, en
los animales que consumían colesterol oxidado fueron detectadas placas
arteriales que aumentan el riesgo de un paro cardíaco
10. No cuidar la postura
La
postura correcta se trata de la ubicación simétrica de todos los
órganos. Cuida tu espalda: ajusta correctamente la silla de oficina y el
ángulo de la inclinación del monitor. Estas son las cosas que debes
tomar en cuenta:
- Los glúteos deben ocupar al menos 2/3 de la silla.
- Elige el largo de la silla de acuerdo al largo de tu pantorrilla. Su asiento debe ser duro.
- El respaldo de la silla debe ajustarse al máximo a la curvatura de tu columna vertebral.
- Siéntate de tal forma que la columna vertebral quede bien pegada al respaldo.
- Cuida que tus omóplatos estén juntos, que los hombros se ubiquen al mismo nivel y que tu abdomen esté relajado.
- No cruces las piernas porque esto provocaría problemas de circulación sanguínea en las extremidades inferiores.
- Realiza los movimientos suavemente para que la columna no se golpee contra el respaldo de la silla.
- Adopta una posición en la que e