DIPUTADOS OFICIALISTAS AYUDARON A CONTENER A LOS SIMPATIZANTES DE MADURO
Grupos de seguidores del gobierno venezolano
irrumpieron este domingo en el hemiciclo del Parlamento e interrumpieron
el debate sobre la suspensión del referendo revocatorio contra el
presidente Nicolás Maduro, mientras los agentes de seguridad trataban de
contenerlos, constató la AFP.
"Grupos violentos extraños a la Cámara... tienen que ser sacados, que
abandonen el hemiciclo", dijo el presidente desde la tribuna Henry
Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Diputados oficialistas ayudaron a contener a los simpatizantes de
Maduro, quienes, con banderas venezolanas y gritando consignas, lograron
entrar por la fuerza a la parte baja del hemiciclo y a los jardines de
la sede parlamentaria, en el casco histórico de Caracas.
De inmediato, Ramos Allup suspendió la sesión y llamó a reunión al
jefe de la bancada oficialista, Héctor Rodríguez, para discutir sobre la
situación irregular.
Desde antes de iniciar la sesión, grupos de chavistas mantenían
rodeado el edificio parlamentario, crispando la sesión especial que
convocó la oposición para evaluar acciones para "restituir el orden
constitucional y democrático", según la agenda.
Al inicio del debate, Ramos Allup señaló que la sesión podría incluso
discutir la apertura de un "juicio político" contra Maduro, aunque
hasta ahora no ha sido abordado en el debate, tras varias
intervenciones.
Sin resoluciones por el momento, los diputados han mencionado lo que
llaman un "abandono del cargo" por parte de Maduro, de gira por Medio
Oriente, y el álgido tema de la supuesta doble nacionalidad, venezolana y
colombiana, del presidente, que lo inhabilitaría para ejercer el cargo.
La suspensión del referendo aumentó aún más la tensión política en el
país petrolero, que además enfrenta una profunda crisis económica, con
severa escasez de alimentos y medicinas así como una inflación que el
FMI calcula en 475% para 2016.
La
opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó la sesión
parlamentaria, después de que el poder electoral postergara hasta nuevo
aviso la recolección de cuatro millones de firmas necesarias (20% del
padrón de votantes), último paso antes de la consulta.