5.9.16

Presidente de Filipinas califica a OBAMA como "hijo de puta" a Horas de un encuentro bilateral



Rodrigo Duterte agredió verbalmente a su homólogo norteamericano, en la antesala de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Ambos mandatarios tenían prevista una reunión este martes

 El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe de Estado de Filipinas, Rodrigo Duterte (AFP)

El jefe de Estado filipino, Rodrigo Duterte, calificó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de "hijo de puta" y advirtió a su homólogo de que no le pregunte sobre su controvertida campaña antidrogas, por la que ya murieron más de 2.000 personas en los últimos dos meses. El incidente fue registrado este lunes, pocas horas antes del encuentro previsto entre ambos mandatarios en Laos.


"Soy el presidente de un Estado soberano y hace mucho que dejamos de ser una colonia. No tengo amo alguno, salvo el pueblo de Filipinas", dijo Duterte, quien en ocasiones anteriores insultó al papa Francisco y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.


El mandatario dijo respecto de Obama: "Debe ser respetuoso. Y no sólo lanzar preguntas y comunicados. Hijo de puta, te voy a maldecir en ese foro". "Nos vamos a revolcar en el lodo como cerdos si me hace eso", agregó el filipino en una conferencia de prensa, antes de despegar hacia Laos para asistir a una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).


Obama llegó este lunes a Vientián, capital de Laos, y es el primer presidente estadounidense en visitar esa nación del sudeste asiático.




El mandatario, que llega desde China, donde participó de la cumbre del G20, permanecerá en el país por tres días en busca de dar por cerrado un capítulo oscuro en la historia de las relaciones entre las dos naciones.


Tras el incidente, Obama señaló: "Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas".




El presidente de Estados Unidos admitió "el gran problema que las drogas suponen para Filipinas" y "lo duro que resulta combatirlo", aunque subrayó la necesidad de hacerlo "de una manera que cumpla con las normas internacionales básicas".

 Pese al agravio, el mandatario estadounidense comentó respecto de Filipinas, país con el que Washington mantiene un tratado de defensa y antiguos lazos bilaterales: "Es nuestro aliado, nuestro amigo".


Duterte fue elegido en mayo, luego de prometer una guerra sin precedentes contra el narcotráfico. Cifras oficiales difundidas el pasado domingo señalan que desde que llegó al poder el 30 de junio, unas 2.400 personas murieron en operaciones antidroga de la Policía.




Duterte rechazó las críticas de la Iglesia católica, los grupos de defensa de los derechos humanos, legisladores y Naciones Unidas.
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