En una entrevista incluida en el libro “Las
últimas conversaciones”, el papa emérito afirmó que “nadie esperaba” el
nombramiento del cardenal argentino en 2013
El papa emérito Benedicto XVI reconoció que el nombramiento de Francisco como su sucesor lo sorprendió y le generó dudas,
pero afirmó estar satisfecho con la labor del actual Sumo Pontífice.
Además, Joseph Ratzinger reconoció que su papado "no fue fuerte", pero
negó que haya sido un fracaso.
En un nuevo libro, con formato de entrevista, del que se publicaron extractos en la edición del jueves del periódico Corriere della Sera, Ratzinger indicó que "nadie esperaba" que el argentino Jorge Bergoglio resulte elegido, luego de su renuncia.
"Yo lo conocía, naturalmente, pero no había pensado en él. En ese sentido, fue una gran sorpresa. Cuando oí el nombre, en un principio no estaba seguro", recordó.
En el cónclave que eligió en abril de 2005 a Benedicto XVI, Jorge Mario Bergoglio aparecía como uno de los candidatos más resonantes. No así en la previa al encuentro de hace tres años, donde su nombre no sonaba entre los favoritos.
"Pero cuando vi la forma en que habló en una parte con Dios, en otra con
con los demás hombres, estaba muy satisfecho. Y feliz", agregó el alemán, de 89 años, que dijo reconocer la importancia de elegir a un pontífice latinoamericano.
con los demás hombres, estaba muy satisfecho. Y feliz", agregó el alemán, de 89 años, que dijo reconocer la importancia de elegir a un pontífice latinoamericano.
El autor del libro "Las últimas conversaciones" es el periodista alemán Peter Seewald, quien se entrevistó con Benedicto en varias ocasiones desde su época como cardenal.
A su vez, el papa emérito, quien ha vivido en clausura en los últimos años, reconoció que gobernar la Iglesia católica no fue su fuerte, aunque no calificó su etapa al frente de la institución como un fracaso.
"Hubo momentos difíciles. Basta con pensar en el escándalo de la pedofilia y el caso Williamson (el obispo que negó el Holocausto) o incluso el escándalo Vatileaks", repasó. Sin embargo, resaltó que tuvo "éxito" al romper el llamado "lobby gay" del Vaticano.
