8.6.16

El declive de Johnny Depp viene de lejos, y ahora parece irreversible



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Si los años 90 se pudieran resumir en un simple nombre, este sería el de Johnny Depp. El hombre de las mil caras ha sido la fantasía de toda una generación, especialmente entre las adolescentes emo que devoraban películas de Tim Burton.
 Ni siquiera te haría gay tener sexo con Johnny Depp, porque es Johnny Depp”, dijo una vez Marilyn Manson. Y es que, quién no haya querido tirárselo alguna vez, como mínimo ha querido ser él.
Durante más de una década, Depp fue el rey raro de Hollywood. No importaba si la Academia se lo tomaba a broma. No importaba si protagonizaba papeles demasiado parecidos. Le queríamos. Era Johnny Depp y se había ganado nuestro respeto con un estilo tan difícil de describir que resultaba irrepetible.

Como una estrella rebelde, excéntrica y atrevida, el intérprete nunca ha tenido pudor en maquillarse hasta las cejas para encarnar a un tierno huérfano de manos afiladas o al exótico empresario de una inmensa fábrica de chocolate. Nació muriendo a manos de Freddy Krueger, se crio cantando con una lágrima tatuada y maduró creando Nunca Jamás, manteniéndonos así en una eterna infancia que parecía no tener final.
Pero tarde o temprano, todos maduramos. Y aunque la magia de Johnny Depp ya le había convertido en un símbolo difícil de borrar, los últimos años del actor están demostrando que todo tiene un final.
A estas alturas, decir que está de capa caída es una obviedad. El declive ha llegado para la última estrella del rock hollywoodiense que nos quedaba. La última prueba de su decadencia está en Alicia a través del espejo. Pero los motivos que le han llevado a fracasar estrepitosamente vienen de mucho antes.
A menudo vilipendiado por la crítica Depp siempre ha vivido de un fandom tan leal como el de Justin Bieber para mantenerse en lo más alto de la industria cinematográfica. Durante años, cualquier película que realizaba, sin importar su calidad, reventaba la taquilla. Y si además era dirigida por Tim Burton, se convertía en un clásico instantáneo.
Hasta el año 2007, todas las películas que firmaron juntos fueron, como mínimo, notables. Incluso, el éxito musical Sweeney Tood, que nos recordó que Depp era también un cantante de admirar, acabó siendo uno de los títulos más importantes del director.
Hasta que, en 2010, un nuevo título les volvió a unir: Alicia en el País de las Maravillas.
La película fue todo un éxito en taquilla. La reinterpretación del cuento de Lewis Carroll gustó al público en general. Sin embargo, el Sombrerero Loco nos dejó algo indiferentes. Sí, se trataba de un papel que funcionaba a la perfección. Pero nos sonaba de algo. Ya no sabíamos si estábamos viendo al actor o al personaje.

Sin embargo, Depp siguió repitiendo la fórmula con Sombras Tenebrosas,El Llanero SolitarioMortdecai y con el mismísimo Jack Sparrow, al que quisieron exprimir al máximo en una franquicia que ya tuvo más que suficiente con las tres primeras entregas.
El actor que se había caracterizado por hacer papeles tan y tan distintos fue consumido por su propio rol. Era el loco favorito de Hollywood. Perohacer continuamente de desquiciado acabó con el efecto sopresa.
Johnny Depp sufrió el famoso “Síndrome Nicolas Cage”, por el que ya no estás viendo a un personaje, sino a un actor al que le toca hacer una cosa u otra. El problema que tantos otros intérpretes de acción habían sufrido antes había alcanzado al único hombre que conseguía escaparse del prototipo de chulo protagonista sin dejar de ser un sex symbol.
En un principio no afectó a la taquilla. Seguía teniendo a un ejército de seguidores que le hacían una apuesta segura para los productores. Peropronto su declive se hizo notar en todos los aspectos.

El primer gran fracaso de Johnny Depp vino con El llanero solitario. La película fue catalogada como la más desastrosa de 2013 y al intérprete le valió una bonita nominación a los Razzie. Además, también significó el ocaso de Armie Hammer, un actor que parecía lanzado a lo más alto de Hollywood y que se quedó en un simple actor de recurso.
Un año más tarde, Depp intentó resarcirse con Trascendence, una cinta de ciencia ficción en la que interpretaba a una todopoderosa Inteligencia Artificial. No obstante, de los 100 millones de dólares que costó, solo recaudó 101. Un triste millón que haría plantearse a los productores si hicieron bien en contratar a la estrella.
2015, sin embargo, fue su peor año a nivel profesional.
Mortdecai no recaudó ni la mitad de lo que costó y le valió otras varias nominaciones a los Razzie, tanto por su interpretación como por su bigote. Y Black Mass, pese a prometer una vuelta por la puerta grande, solo sirvió para hundirlo más en la miseria que llevaba tiempo escarbando

El resultado de todo ello tuvo una clara consecuencia: Johnny Depp fue el actor menos rentable de Hollywood en 2015. Retornó únicamente 1 dólar con 20 centavos por cada uno que cobró. Menos que apostar por el equipo favorito de un partido en Bwin.
Pero   eso no impidió que volviese a ponerse manos a la obra con Alicia a través del espejo, la secuela de la película de 2010 que lo tenía todo para volver a reventar la taquilla.
Sin embargo, la historia ha vuelto a repetirse. El filme solo ha recaudado 25 millones de euros en su primer fin de semana. Mientras, X-Men: Apocalipsis llegó, en el mismo fin de semana, a los 65.

De nada sirve que haya hecho su propia versión de Donald Trump o que Into the Woods consiguiera llenar los cines de todo el mundo. Alicia ha sido la gota que ha colmado un vaso lleno de malas decisiones artísticas. Pero, sobre todo, de polémicas privadas.

Varios medios ya han catalogado el fracaso de la última película de Johnny Depp como un castigo del público a su ajetreada vida privada. 2016 está siendo un año realmente malo para el actor en este aspecto. Pero tampoco es que sea ninguna sorpresa. Lo cierto es que, desde que saltara a la fama, Depp ha protagonizado algunas de las portadas más llamativas de la prensa del corazón.
En 1989, después de haber estado con otras dos famosas como Lori Allison y Sherilyn Fenn, Johnny comenzó a salir con la que entonces fuera la actriz de moda del momento: Winona Ryder.
Esta relación supuestamente idílica, surgida del set de Eduardo Manostijeras, pasó por diversas turbulencias debido a las infidelidades del actor. Para demostrar su arrepentimiento, acabó tatuándose “Winona Forever”, tatuaje que tuvo que acabar recortando por un “Wino Forever”: Siempre Borracho.

No hay oportunidad para la sorpresa
Lo que parece claro es que su declive ya es imparable. El que entonces fuera un símbolo tanto sexual como de buen cine se ha convertido en una suerte de viejo rockero pasado de rosca que ahoga sus penas en una botella, como tantos otros han hecho antes que él.
¿Será este el final del mito?
Con la quinta entrega de Piratas del Caribe prevista para 2017, Johnny Depp tiene la oportunidad de volver con un blockbuster. Pero si lo hace, lo hará como siempre. Con un personaje al que ya sabemos que sabe interpretar. Con una faceta de él que ya conocemos. No hay oportunidad para la sorpresa. Como mucho, para confirmar su entierro definitivo o si solo ha sido un coma. En todo caso, todo apunta a que despertará lisiado.